octubre 25, 2010

Sobre la poesía (teoría, con ejercicios para el lector)

Si bien la poesía tiene orígenes en la oralidad, su esencia moderna se destaca en la imprenta. Existe cierto orden en la representación escrita de la poesía; pero tiene su fuerza en el hecho de que es contestataria a la narrativa: busca la destrucción del orden temporal, de la estructura lineal del discurso. Esto es evidente desde su oralidad, tomando en cuenta la tendencia rítmica del verso (¿no le parece a usté que el encabalgamiento es un acontecimiento extraño?). Pero es evidente en el papel, en el poder visual y gráfico del verso. El verso tiene unidad como imagen.

Por eso la poesía es de cierta manera la evasión de la muerte. La narrativa presenta siempre el miedo del hombre a ese vacío que ya mismo viene, porque muestra el fluir del tiempo. El mismo discurso que ahora propongo tiene una causalidad de inicio y fin, que se relaciona con la narración (al igual que la memoria, la descripción de un sueño o todo el proceso reproductivo y sexual). El lector espera ese orden porque es natural, como la mañana y la noche. Mucha poesía busca y encuentra su expresión simplemente en el rompimiento de esta estructura. Fíjese el lector atento y escuche, cómo las líneas de lo que he escrito en una continuidad (prosa, la prosa carajo), se diferencia del verso, tan rebelde y grosero, a veces:

La poesía es
de cierta manera
la evasión de la muerte.

Señor lector, le propongo un ejercicio. Divida en versos cualquier cosa. Cualquiera. Después mírelo, entrecerrando los ojos. Ya verá qué bonito.

Por cierto. La joyita de ahí arriba, Apollinaire.

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